El cuerpo tiende a manifestar metafóricamente la solución a las necesidades vitales de cada persona por eso cuando:
- Necesitas ganar peso en una relación y no lo haces desde tu poder, comienzas a ganar peso en tu cuerpo, volviéndote “más grande” que tu oponente (jefe, familiar, pareja, etc.)
- Tienes “hambre” de amor, afecto, seguridad, aprecio, etc. En términos emocionales solo se registra que se tiene hambre, así que ingieres comida para satisfacer el hambre emocional.
- Identificas a la gordura con la bondad u algún otro buen atributo (simpatía) y tú no te sientes bueno/a, puede ser que tu cuerpo comience a engordar para integrar en tí esos buenos atributos del sobrepeso.
- Tienes miedo a no tener, miedo a la escasez, a no tener liquidez en tu economía, puede ser que tu cuerpo reaccione creando “reservas” para no pasar hambre o reteniendo líquidos para tener “liquidez”.
- Te sientes desprotegida/o puedes poner a tu alrededor muros de grasa para protegerte.
- Sientes miedo a ser infiel, te ocultas del otro sexo bajo esos kilos de más y finalmente de tu propio poder y tus deseos.
- Tus creencias (heredadas de tus padres o abuelos) dictan que la gordura es saludable o que la delgadez no es deseable.