El estudio consiste en un trabajo preventivo e informativo que favorezca y facilite una buena elección de carrera para el estudiante. Para esto serán necesarias de 4 a 5 sesiones de trabajo:
Entrevista inicial. En general se comienza el proceso con técnicas que permiten la aproximación; a través de entrevistas personales se define el perfil del individuo, donde se destacan sus preferencias. Este análisis debe abarcar todas las áreas de la vida del individuo, ya que cualquier conflicto, en cualquier área incide directamente en el proceso de la elección de la vocación.
El objetivo de la entrevista inicial consiste en la identificación lo más exacta posible del motivo de la consulta y en la elaboración de una primera aproximación del diagnóstico.
Después de tener el diagnóstico definido, recién se recurre a la etapa de la evaluación, que consiste en la aplicación de un conjunto de técnicas psicológicas. Desde esta perspectiva se evaluarán tanto las funciones intelectuales del sujeto como el perfil de la personalidad, los intereses vocacionales, etc.
Sesiones de pruebas: habilidades y aptitudes, intereses, Inventario de Preferencias Universitarias, personalidad y coeficiente intelectual. Integración de los resultados de las pruebas y elaboración de informe.
Una posible entrevista intermedia. En una segunda instancia se recurre a la entrevistas que incluyen al grupo familiar, aunque no en todos los casos es considerado necesario este encuentro.
Devolución de resultados. El último paso del proceso es la devolución de la información y consiste en la interpretación de los datos. Esta síntesis final integra las principales potencialidades personales de la persona, tanto desde el punto de vista de la vocación como de sus competencias y sus demandas y tiene por finalidad ampliar el espectro de la mirada del individuo, con un conocimiento más definido de sí mismo capaz de orientar sus decisiones de manera que pueda desarrollar plenamente sus gustos y habilidades.